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sábado, 17 de julio de 2010

EDITORIAL


En estos tiempos (los más peligrosos de acuerdo a la Palabra de Dios), es conveniente cuidar los términos que se utilizan en los artículos cristianos que se escriben.

La semana pasada tuve la oportunidad de leer un artículo de un pastor que escribe con muy buenas intenciones, quien espera que en los 54 centros de readaptación social existentes en México, “haya cuando menos una capilla en donde se anuncie la fe de Jesucristo”.

Si bien es cierto que existen capillas evangélicas (fuera de la ICI), el término puede prestarse a malas interpretaciones y mucho más sabiendo que el ecumenismo se ha infiltrado en todas las denominaciones evangélicas (aunque se quiera negar u ocultar por parte de sus promotores).

De acuerdo a la definición de Wikipedia el nombre de capilla, significa lugar dedicado al culto divino, proviene según unos de la capa de san Martín que los reyes de Francia llevaban antiguamente a la guerra y hacían colocar en una tienda de campaña que tomó de aquí la denominación de capilla.

Históricamente –enuncia Wikipedia- las capillas han sido bautizadas con diversos nombres y patronímicos, muy especialmente de santos y nombres derivados del culto mariano, las capillas se erigen como pequeñas hijas de la Gran Catedral o Basílica.

Reitero, tengamos cuidado con los términos que utilizamos y busquemos que nuestras palabras no creen confusión, sino por el contrario, que sean apegadas a la Palabra de Dios y a la fe Cristiana Evangélica que practicamos.

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COMUNICADO

Soy un periodista cristiano con el derecho de expresión que la Constitución mexicana me confiere, no tengo relación laboral con ninguna denominación o lider religioso, por lo que aquí expuesto es con base en el ejercicio de mi profesión y fundamentado en la Palabra de Dios.

EDITOR

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Lic.Ommar Ayala