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Porque no están legalmente constituidos en el país, las autoridades hondureñas clausuraron ayer las instalaciones principales de la secta religiosa “Creciendo en Gracia” en Tegucigalpa.
El ministro del Interior y Población, Áfrico Madrid, hizo el anuncio a periodistas momentos después de llegar a las instalaciones de la agrupación religiosa, en el centro de la capital hondureña, a requerir las documentación que acredite su legalidad.
El funcionario dijo que en la operación participó personal del Ministerio Público, de la Policía Nacional, de la Alcaldía Municipal y la Dirección de Migración y Extranjería. La acción se ejecuta tras denuncias en medios de comunicación locales de que miembros de la secta estaban tatuando menores de edad con la marca “666”.
“Hemos requerido la documentación que les respalda y hemos constatado que no tienen permiso de operación ni tienen permiso para dedicarse a las actividades que se han venido dedicando, trabajando como fe religiosa en nuestro país”, declaró el fucionario Madrid.
“Esta gente no está legalmente constituida en el país y está trabajando al margen de la ley y por lo tanto han sido requeridos por la fiscalía del Menor en virtud de que se encontraron fotografías de menores tatuados en su cuerpo”, informó.
“Pero el día de hoy hemos tomado la decisión de clausurar esta oficina y ellos no pueden funcionar ni operar y el martes decidiremos si esta decisión va a ser permanente o temporal”, indicó.
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