Un grupo de médicos estudia la posibilidad de almacenar datos médicos en microchips que serían implantados en la piel de los pacientes, según la Asociación médica estadounidense (American Medical Association), que subraya no obstante que el procedimiento no está exento de riesgos.
Estos microchips, del tamaño de un grano de arroz e implantados gracias a una aguja, podrían dar a los médicos todas las informaciones médicas sobre los pacientes que sufran enfermedades crónicas, en caso de una emergencia, explicó la Asociación.
Implantar estos aparatos "puede mejorar la coordinación y continuidad de los cuidados y permitir reducir los riesgos (...) de errores médicos", subrayó el informe, elaborado por el comité de ética de la Asociación Médica.
Estas "etiquetas inteligentes", que funcionan según el procedimiento tecnológico de la identificación por radiofrecuencia, ya son utilizadas por grupos de distribución en productos de consumo para acelerar los procesos de entrega.
El sistema, que puede mejorar "la seguridad y la eficacia" de los tratamientos, también puede presentar riesgos físicos y poner en peligro la confidencialidad de los pacientes, advierte la Asociación.
Los chips son fabricados para mantenerse en su sitio, pero debido a lo pequeño de su tamaño, podrían desplazarse al interior del cuerpo. También podrían provocar interferencias con aparatos eléctricos, como desfibriladores, y se ignora cuál podría ser su impacto sobre los medicamentos prescritos.
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