El Obispo Samuel Ruiz es uno de los últimos herederos de la teología de la liberación en México, por lo que su muerte significa el fin de un ciclo de obispos comprometidos a nivel de la justicia, de los pobres, manifestó Bernardo Barranco, sociólogo de la religión.
Entrevistado por José Cárdenas, dijo que en su momento la sociedad no aquilató bien el nivel de compromiso de Samuel Ruiz, a quien identificaron más como un líder social, sobre todo a partir del levantamiento armado en Chiapas en 1994, encabezado por el subcomandante Marcos.
"El obispo es uno de los personajes más emblemáticos de toda una generación de una iglesia que quiso ser muy solidaria con los pobres, quiso levantar el evangelio hacia este sector, pero la reforma conservadora que representó principalmente el Papa Juan Pablo II, quien impidió que esta corriente se esparciera por América Latina."
El sociólogo mencionó que Ruiz abrazó la teología de la liberación y también dio pasos adelante con lo que llamó "la teología india" que aplicó en la diócesis de Chiapas con los tzeltales, los tzotziles, "que pesó de pestañas a El vaticano, porque veía una continuidad de la teología de la liberación y una aplicación concreta al mundo de los indígenas".
Reconoció que Samuel Ruiz fue muy criticado por su irreverencia, sobre todo porque fue muy intransigente ante el mundo indígena. "El obispo proviene del Bajío, un Bajío muy conservador, su fe fue muy cristera en los años que nace y fue participante del Concilio Vaticano II, cuando contaba con 37 años de edad".
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