El fin del mundo, previsto por algunos gurús apocalípticos para el 21 de diciembre de 2012 basándose en el calendario maya, acrecienta el desarrollo de sectas en Francia, según un informe oficial presentado hoy que preconiza un incremento de la vigilancia sobre ellas.
Frente a ese fenómeno, los poderes públicos deben "aumentar la vigilancia" contra "actos extremos" que pueden cometer los ciudadanos conducidos por estos discursos milenaristas, indica en su informe anual la Misión Interministerial de Lucha contra las Sectas (MIVILUDES) entregado hoy al Gobierno.
El estudio señala que la fecha del 12 de diciembre del año próximo, cuando acaba el calendario maya, es la que hace el número 183 que se ha anunciado como día del fin del mundo desde la caída del imperio romano.
Sin embargo, la proliferación de las nuevas tecnologías ha dado a esta fecha "una resonancia amplificada" , al tiempo que la crisis económica y las catástrofes naturales confieren a los ciudadanos "una razón suplementaria para creer en el fin del mundo", agrega.
El informe señala que el año pasado se registraron 2.5 millones de páginas de Internet referentes al fin del mundo en diciembre de 2012.
Las sectas que se apoyan en predicciones apocalípticas son "más alienantes y más manipuladoras que las otras" y que sus estructuras son "más histéricas y fanáticas", agrega el estudio.
Este tipo de grupos se articula con frecuencia en torno a un individuo que crea una pequeña estructura de fieles, una forma de actuar que se combina con las grandes sectas de talla internacional y que cuentan también con representación en Francia, indica.
En Francia se recuerda el suicidio colectivo de 16 miembros de la secta de la Orden del Templo Solar en el cerro de Isère, cerca de la frontera franco-suiza, y que se prendieron fuego en 1995, pero el informe también alerta contra los "dramas individuales" de muchas personas que deciden "romper con su vida" para llegar incluso a provocarse la muerte.
La MIVILUDES mantiene una vigilancia particular sobre el pueblo de Bugarach, una pequeña aldea del sureste de Francia situada junto a un peñasco que diversas profecías que circulan por la red sitúan como el único lugar que se salvará del apocalipsis de diciembre de 2012.
El pueblo, de menos de 200 habitantes, ha vivido en los últimos meses una explosión de la demanda inmobiliaria y proliferan las peticiones de reservas de habitaciones para esas fechas, según relató el alcalde, Jean-Pierre Delord, al diario "Le Figaro".
"Llaman para pedir una habitación y reservas de alimento para diciembre de 2012" , afirmó el edil, quien señaló que en los últimos meses el pueblo es un lugar de peregrinación para multitud de grupos esotéricos.
Bugarach, situado a unos mil 230 metros de altura, también ha sido señalado en la red como un garaje de ovnis o como la puerta a hacia una civilización desaparecida.
Junto a la proliferación de sectas apocalípticas, el informe anual de la MIVILUDES apunta también a un incremento de derivas sectarias ligadas a los tratamientos sanitarios, lo que genera "riesgos reales" ya que muchos pacientes abandonan los tratamientos clásicos para ponerse en sus manos.
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